Ayer fue un día raro, mis mamis habían dormido poco estaban nerviosas, enfadadas, tristes o que se yo, el caso es que apenas jugaron conmigo en todo el día y eso que yo me porté bien todo el tiempo menos cuando robé de la mesa el pan, tiré los botes de la pasta de la cocina, me metí al lavavajillas, robé los calcetines de mami Güertana, me hice pipi en su habitación y alguna trastadilla más que no me acuerdo.
Luego mami güertana me llevó al sitio ese que me pinchan, me pesan y me dan un caramelo, en el coche siempre viajo en brazos de mami pakita pero ayer no se vino, me dijo que tenía que ir a un sitio, aunque es mejor que no hubiera ido porque volvió muy triste. El caso es que viajé en el maletero y voy a tener que cambiar de estrategia porque a mami güertana le da igual que llore como si me estuvieran matando, ella hace chkchkchk y se queda tan contenta.
Cuando volvimos mami güertana preparó una cesta con una toalla que yo creía que era para torear pero no me dejó, unas gafas muy raras, unos zapatos de plástico que se los tengo que robar en cuanto se despiste, un bote de crema amarillo, el mini portátil, y un montón de cables y herramientas de esas que siempre lleva en los bolsillos y me dijo, venga que nos vamos a la playa, anda pero si resulta que la playa es una cosa redonda de plástico azul llena de agua que han puesto en el césped y se metió dentro. Mientras ella se bañaba cacé un cienpatas y de pronto se puso a gritar como una loca, el cienpatas no, mi mami.
Luego mami güertana me llevó al sitio ese que me pinchan, me pesan y me dan un caramelo, en el coche siempre viajo en brazos de mami pakita pero ayer no se vino, me dijo que tenía que ir a un sitio, aunque es mejor que no hubiera ido porque volvió muy triste. El caso es que viajé en el maletero y voy a tener que cambiar de estrategia porque a mami güertana le da igual que llore como si me estuvieran matando, ella hace chkchkchk y se queda tan contenta.
Cuando volvimos mami güertana preparó una cesta con una toalla que yo creía que era para torear pero no me dejó, unas gafas muy raras, unos zapatos de plástico que se los tengo que robar en cuanto se despiste, un bote de crema amarillo, el mini portátil, y un montón de cables y herramientas de esas que siempre lleva en los bolsillos y me dijo, venga que nos vamos a la playa, anda pero si resulta que la playa es una cosa redonda de plástico azul llena de agua que han puesto en el césped y se metió dentro. Mientras ella se bañaba cacé un cienpatas y de pronto se puso a gritar como una loca, el cienpatas no, mi mami.
Luego, ya por la tarde se fueron y yo me quedé con mi hermano rojo, hicimos un plan para escaparnos a comer gallinas pero no nos salió bien. Luego volvieron con el coche lleno de comida y yo robé una pelota muy grande y muy pesada que trajeron pero que no botaba, se partió por la mitad cuando la tiré al suelo, mami gritaba la sandía, la sandía y es que había tantas cosas en las bolsas que me volví loca cogiéndolo todo.
Cuando se hizo de noche yo me fui a acostarme a mi sitio en el salón pero me llevaron a la casa del rojo, protesté mucho pero les dio igual, menos mal que mi hermano es medio tonto y siempre lo engaño porque yo he dormido en su casa y él en la calle.
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