A mi que me lo expliquen, por qué la wertas va fardando por ahí de su huerta, aggggg, vaya mierda de huerta, los pimientos están buenos y las bajocas también pero las sandías, puaggg no hay quien se las coma, no son rojas por dentro ni nada y mira que las he probado todas pero ninguna estaba buena, mañana vengo a arrancar las matas, total para cultivar semejante inutilidad nos divertiremos el enano y yo jugando encima.

más tranquila

No sé quien dijo que la operación me iba a tranquilizar, yo me veo como siempre, me siguen gustando las mismas cosas, o no, porque algo sí ha cambiado, ahora la wertas me gusta, juega mucho conmigo a mi juego preferido “la primera media hora tenía gracia” pronto explicaré de qué va, y yo a cambio corro detrás de la pelota cada vez que me la tira, aunque estén cayendo cuarenta grados a la sombra, si a ella le gusta qué le vamos a hacer. Estoy diciendo esto y me estoy arrepintiendo porque sé que va a encontrar la escoba, se la cogimos para jugar hace cuatro días, se rompió y la escondimos, ella no para de buscarla, mientras la busque dentro de la casa estamos seguros.

Hay alguna novedad más, por fin la huerta está dando sus frutos, con los tomates voy a esperar a que estén maduros pero los pimientos y las berenjenas, me las he comido yo todas, bueno, le he dado alguna al enano que también le gustan pero a una que yo me sé y que cada vez que va a la huerta grita QUE HE HECHO PARA QUE ME HAYA TOCADO EL ÚNICO PERRO VEGETARIANO DEL MUNDO, no le pienso dejar ni uno porque yo en todo caso sería vegetarianA.

collar

El enano está escondido, él no sabe lo que son 24 euros pero sí sabe que lo que son 24 patadas en los cojones. Todo comenzó la semana pasada cuando llegó la wertas con collares antiparásitos para todos, muy lista porque para ella no trajo, nos los colocó y le dijo al enano señalándome, como se lo rompas te doy una patada en los cojones por cada euro y me ha costado 24.

Pues eso, que el collar me ha durado tres días y ahora me toca llevarle comida y agua a su escondite, él no piensa salir.

La marmita

Toca juego nuevo, con la wertas claro que es la que se inventa los juegos, al principio me ha parecido un juego un poco aburrido, no sé qué gracia puede tener el mover una lona que lleva todo el invierno en la calle y saltar, correr y gritar como si se te fuera la cabeza, pero he acabado pillándole el punto y cuando lo he entendido lo hacíamos las dos a la vez, claro que ella grita más y corre más lejos pero yo soy más rápida y salto más risa, saltar con las cuatro patas al mismo tiempo es una cosa que ella no puede hacer. No me he acordado de hacer una foto del espectáculo, a saber, la wertas y yo gritando y saltando y mi mami con una escoba en la mano.

El resultado de este juego es que ya tenemos una marmita llena de agua fresca y no podemos beber, no no no aquí hay algo que no funciona.